hoy les hablare de un tema importante en la familia
Escrito por Raquel
Oberlander
Raquel Oberlander en su pagina nos habla sobre un problema muy comun en la familia que son las peleas entre los hijos
Tus hijos se pelean: ¿dejás que se arreglen como puedan o decidís
intervenir?
Se quejan porque no les gusta la comida que preparaste; ¿los dejás
sin comer o les ofrecés una alternativa?
Te dicen que están aburridos. Dicen
que la maestra es mala. O que se pelearon con una compañera que no los invitó a
su cumpleaños.
Todos los días los padres los padres nos enfrentamos a situaciones que nos
colocan en la disyuntiva de intervenir o dejar que los problemas “se resuelvan
solos”. Y si bien esta segunda opción parecería ajena o contraria a nuestro rol
educativo, no siempre es así.
La autora sostiene que a diferencia de la creencia
popular, y de los parámetros que tenemos incorporados a nuestras vidas y
conciencias, “hay cosas que se benefician de las crisis; prosperan
y crecen al verse expuestas a la volatilidad, al azar, al desorden y a
los estresores…” Sobre todo, los organismos vivos. Y entre ellos, los
niños. Sostiene que a veces, quienes más intentan ayudar, acaban perjudicando.
Explica que cuanto más compleja sea una sociedad, más vulnerable será
a una gran crisis. Lo que llevado a nuestras familias significa que
cuanto más querramos controlar todo lo que sucede, más vulnerables serán los
chicos a algo que escape a nuestro control. Y por supuesto, en este mundo,
siempre aparecerán sucesos imprevistos. El los denomina Cisnes Negros y
sostiene que “...ahora podemos ver que privar a los sistemas de
estresores, de estresores vitales, no es algo necesariamente bueno y puede ser
perjudicial....En resumen, lo que innova es el exceso de energía que se libera
al sobrereaccionar a un contratiempo”
Taleb sostiene que en la época moderna que estamos viviendo, intentamos
innovar partiendo de una situación de comodidad, seguridad y previsibilidad, en
lugar de aceptar la noción de que la inventiva surge de la necesidad.
En realidad, creo que se trata de una nueva explicación para un
mecanismo del cual los padres ya escuchamos hablar: “sobreprotección”.
Que implica hacer por los chicos lo que pueden hacer solos. El dice que “si
estamos vivos, hay algo en lo profundo de nuestra alma que anhela cierta medida
de aleatoriedad y desorden.” Y que “Si pudiera predecir
exactamente cómo me va a ir en el día, me sentiría un poco muerto” .
Una mirada que nos permite relajarnos, dejarnos fluir en nuestro rol de padres,
y simplemente preocuparnos por tener la sabiduría para saber cuándo actuar y
cuándo no.
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